lunes, 2 de mayo de 2011

No hay más que decir.


Sin más que decir, quedé paralizada, leyendo una y otra vez lo que decía, pretenía encontrarle un error a esa simple oracion ¿Qué tonta, no? De pronto se dibujó en mi cara una sonrisa al revés, mis ojos humedos y mis mejillas encharcadas. Sin más ánimo tenía que responder, evitando que se notara mi malestar aunque haya durado muy poco tiempo la fui remando. Ahora: la dificultad venía el lunes por la mañana... ¿En persona? Sí, totalmente diferente, la cara se me caía a pedazos, llevaba el ánimo rozando el suelo ¿Cuál era la causa? ¿Por qué me pasaba eso? No lo sé, algo que me tendría que haber puesto feliz, lo único que causo fue borrar mi sonrisa.
Histérica, caprichosa, deprimida, y con muchísimas preguntas y diálogos inventados en mi cabeza, así estuve parte de la noche y toda esta mañana. Ni yo misma me puedo soportar así, y menos cuando por momentos me olvidaba y luego recordaba y se ponía todo igual, en esos momentos no hablaba, tampoco nadie se dió cuenta de que estaba mal, pero ese es otro detalle

No hay comentarios:

Publicar un comentario