domingo, 2 de septiembre de 2012

Contra mi mundo por vos

Amar a alguien es entregarse por completo, desearle su bien, mirar por él, darle lo mejor de una, dejarlo ser libre. Nuestra gran meta es que se sienta contento y dichoso con su existencia.
Amar a alguien es ser uno, dejar de ser dos para convertirse en un solo ser. Es que sus problemas también sean los tuyos, se trata de compartir todo, de ser partícipes de la misma historia.
Se trata de que esa persona sea tu fundamento de vida, de necesitarlo a cada minuto, sentir esa necesidad de contarle todo lo que te pasa sin olvidarte nada.
A veces nos damos cuenta tarde de que lo amamos cuando esa persona ya no está, entonces vienen esos momentos de
"Te necesito, por favor, volve conmigo, no puedo sola" y sin quererlo tu cabeza es una telaraña donde vos estas atrapada en el centro y te envuelve cada palabra que te dijo, cada risa, cada consejo, cada "te quiero", cada "vos no estas bien, dale ponete UP, por mi". Y al querer escapar, te enroscas más y los recuerdos cada vez se hacen más fuertes, más difíciles de soportar, el dolor aumenta y no te deja pensar en otra cosa que no sea él, que no sea su sonrisa, sus perfectos ojos, cada uno de los rasgos de su rostro.
Él es el fruto prohibido que quiero probar, él es el principio de mi vida y el fin hacia el cual se orienta, si no está no hay vida, todo se vuelve blanco y negro y pierde su gracia. ¿Cuándo fue que amar se convirtió en pecado? Sos la tentación que estoy dispuesta a alcanzar, sos la perfección que un día me va a amar.

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